REFLEXIONES SOBRE LA INMIGRACIÓN

Desde la antigüedad el ser humano ha estado en constante tránsito.
Algunas personas se desplazan en busca de trabajo o de nuevas oportunidades
económicas, para reunirse con sus familiares o para estudiar. Otros, se van para
escapar de conflictos, persecuciones, del terrorismo o de violaciones o abusos de
los derechos humanos. Algunos lo hacen debido a los efectos adversos del cambio
climático, desastres naturales u otros factores ambientales.
En tiempos actuales escucho a muchos políticos hablar de inmigración en
cifras y porcentajes de todo lo “malo” que produce este fenómeno, que si la
delincuencia ha aumentado, que si hay más violaciones, que si hay más
inseguridad, etc… Pero a éstos que les gusta mucho hablar de cifras, yo les
recuerdo que también hay otros porcentajes de los que deberían hablar como, por
ejemplo, el porcentaje de inmigrantes que trabajan en el campo español que
supera el 90 %, o el porcentaje de inmigrantes que cuidan a nuestros mayores que
también supera el 90 % o en el sector de la construcción, o en el sector servicios, y
asi podría ir dando más cifras.
Uno de los estereotipos que perjudican y criminalizan la imagen de la
población inmigrante es la asociación entre inmigrante y delincuente, de esto
se ocupan los políticos que antes ya mencioné y que dan solo cifras malas.
Hay extranjeros no comunitarios delincuentes, al igual que hay españoles y
extranjeros comunitarios que delinquen (de todo da la viña del Señor), pero no
puede caracterizarse al conjunto de la población no comunitaria con las
actuaciones de individuos aislados, situación generada, entre otras causas, por
la situación de clandestinidad y de invisibilidad en las que estas personas están
obligadas a vivir. No obstante, estos datos no son, en absoluto, representativos
y significativos y, sin embargo, gracias a los propios medios de comunicación y
a políticos que algunas veces se profesan cristianos, llegamos a generar unas
barreras y un rechazo hacia la población inmigrante. Este hecho es mucho más
claro en el caso de los jóvenes, los cuales, aúnan la criminalización social que
en muchas ocasiones se produce por su doble condición de joven y de
inmigrante (el tema de los MENAS, menores de edad no acompañados, lo
dejaremos para otra ocasión).
Se debe apostar por dar opciones reales de inserción e integración
social digna a la población inmigrante en España, impulsar las políticas y
acciones de cooperación con las sociedades de origen como medio
fundamental para mejorar las condiciones de vida en estos países, para
garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos y luchar contra las
desigualdades sociales entre unos países y otros; mejorar los canales y las
posibilidad para el retorno voluntario de los inmigrantes y combatir la existencia
de mafias que trafican con seres humanos, verdadera lacra social tanto de la
comunidad inmigrante como de la población de acogida.

EFECTO LLAMADA O EFECTO HUIDA
La expresión «efecto llamada» fue utilizada por miembros del Partido
Popular (PP) de España para describir una de las posibles consecuencias del
proceso de regulación de inmigrantes decretado por el gobierno presidido
por José Luis Rodríguez Zapatero, entre los meses de febrero y mayo de 2005.
Actualmente este término también lo utiliza el Partido Vox sobre
inmigración. Se habla mucho del efecto “LLAMADA”, es un discurso de muchos
políticos que no tienen ni la más remota IDEA de EMIGRAR, solo saben utilizar
el término EFECTO LLAMADA (unos a favor y otros en contra) para buscar
VOTOS en elecciones y luego tanto unos como otros se olvidan de aquellos
que solo venimos en busca de un futuro mejor para nuestras familias.
Desde mi experiencia como inmigrante, puedo dar testimonio que a mi
no me trajo a España (LA MADRE PATRIA) ningún efecto llamada, a mi quien
me trajo a España fue más bien el “EFECTO HUIDA” (del que pocos hablan),
esta huida pudo haber sido a cualquier otro país de Europa o América, no fue
ningún “EFECTO LLAMADA” desde España, me daba igual el país, lo único
que quería era salir y buscar un futuro mejor para mi familia. Pero fue España
porque un gran amigo me brindó su casa para poder hospedarme, yo tuve la
suerte de venir a una casa, otros no la tienen.
También el Parlamento Europeo rechazó este concepto de «efecto
llamada», achacando la llegada masiva de inmigrantes irregulares a las malas
condiciones de vida en el tercer mundo, pero algunos políticos siguen
utilizando este término y no buscan soluciones para ayudar a estos países que
son RICOS en recursos naturales pero tienen una pobreza extrema, un
inmenso abismo entre las clases sociales.
Escucho a políticos llamarse CRISTIANOS CATOLICOS, pero también
UTILIZAN eso para atraer VOTOS, ya que no demuestran el más MINIMO
sentido de HUMANISMO CRISTIANO, nadie emigra por placer, todos
emigramos por NECESIDAD, y esa necesidad la da el EFECTO HUIDA y no el
EFECTO LLAMADA.

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