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“QUIEN ES POBRE NO TIENEN COSA BUENA”

Son muchos los acontecimientos últimos que ponen en evidencia que algo se
mueve en las voluntades de los ciudadanos y eso es bueno porque cuando hay
movimiento hay vida.
Ahora que la derecha se abre camino en las distintas provincias españolas no
por la gestión suya en la oposición, sino por el hartazgo que suscita la política
populista e improvisada de un gobierno que hace aguas, se remueven las
posturas ideológicas, agitando al pueblo una vez más.
Y es que ha habido demasiados posicionamientos doctrinales que han puesto
en peligro ciertas libertades como la de expresión, la de educación, la sanidad,
la de movimiento -que con estos precios de crudo se hace imposible coger el
coche-, pero la que más nos preocupa a la mayoría de los españoles, es desde
luego la libertad de poder sacar la cartera con algo dentro.
A tenor de los sistemas políticos y de posturas ideológicas, la izquierda, en
general, se rasga las vestiduras ahora que la corte suprema de EEUU declara
que no es un derecho constitucional el aborto, es decir que no es legítimo el
eliminar a un ser humano dentro de la madre, y por ende han dejado que los
distintos Estados legislen al respecto.
Hay muchas cosas que entiendo, acepto y tolero, pero el aborto no es una de
ellas, y máxime cuando las mujeres disponemos de numerosos medios para
controlar la natalidad y decidir cuándo queremos ser madres, pero no a costa
de eliminar a nuestro hijo.
Por otro lado, creo que este tema no debería de estar tan politizado, ya que es
evidente que la vida no es de derechas ni de izquierdas, pero también es
verdad que tanto la derecha como la izquierda, han intentado e intenta sacar
tajada de este asunto en todas las instancias internacionales y a lo largo del
tiempo.
Recordemos que el presidente republicano Richard Nixon (1974), postuló el
conflictivo informe Kissinger (Memorando de Estudio de Seguridad Nacional
200), en honor a su secretario de estado. Que hablaba de la sobrepoblación
mundial, y que esto generaría un problema de seguridad nacional, para lo cual
se mantenía la postura de controlar la población de los más pobres o países en
vías de desarrollo, proponiendo políticas antinatalistas, en donde incluía el
aborto, a nivel mundial, en el que la mujer era la clave.
Esto mismo que sucede en la actualidad con la agenda global, promovida por
la ONU, CEDAW, IPPF, UNICEF, etc. Hoy 50 años más tarde se repite la
historia, pero con otros argumentos, donde los hijos de los menos privilegiados
son los que pagan. Ya lo dijo Don Quijote en el discurso de las armas y las
letras: “Quien es pobre no tiene cosa buena”

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