EL RÍO ALBUJÓN

                                                            Rambla del Albujón. Foto: La Opinión de Murcia

Desde que se hizo la remodelación del tramo final de la
rambla del Albujón, las inundaciones fueron más intensas en Bahía Bella y otras
zonas del sur de Los Alcázares. Una vez el agua escapa de la rambla, si
encuentra una calle (asfalto, impermeable), la transforma en un río, extendiéndose
por toda la zona hasta llegar al Mar Menor; no por un punto, una desembocadura,
sino por todo un frente de calles, desbordando alcantarillados y llevando todo tipo
de residuos y contaminación a nuestra querida laguna.

   
     KW 77     Manuel Calero*    15-09-2021

Cuando era alumno interno del Departamento de Ecología y
colaboraba con el equipo de limnología (ciencia de las aguas continentales), en
la Universidad de Murcia, mi trabajo estaba relacionado con los estudios que se
hacían sobre el río Chícamo. Se trataba de un río que sólo llevaba agua unos
meses al año. Estudiábamos cómo la fauna, sobre todo los invertebrados, se
adaptaba a un entorno tan cambiante.

Recuerdo cómo se decía que este tipo de ríos temporales únicamente
existían en el sureste de España, en California y en Australia. El clima
Mediterráneo, semiárido, suponía un factor decisivo.

Ahora, pasadas tres décadas, creo que aquí, en la Región de
Murcia, hemos logrado algo único, que no existe en ninguna otra parte del mundo…
Sí, un suceso ciertamente extraordinario: hemos logrado que una rambla
mediterránea semiárida se transforme en un río permanente. Me refiero al río
Albujón.

Estudiar y enumerar las causas de este fenómeno, en un
sencillo artículo, como el que usted lee, no resulta tarea fácil. Por ello me
limitaré a exponer la situación actual con sus efectos devastadores sobre el
Mar Menor y las posibles soluciones.

Dicho esto, sin embargo, estimo que no se puede entender
bien lo que está ocurriendo, sobre todo cuando vienen riadas, sin detallar las
modificaciones que ha sufrido el cauce de la rambla del Albujón en los últimos cuarenta
años.

La rambla del Albujón, como cualquier rambla mediterránea,
sólo llevaba agua cuando llovía de forma torrencial pues recogía las escorrentías
de buena parte de la Comarca del Campo de Cartagena; el resto del año
permanecía seca.

Cuando llegó el transvase Tajo-Segura y se hizo la
transformación al regadío, comenzó a llenarse de agua el acuífero cuaternario
que descansa bajo la comarca de Cartagena. Así, en la parte final de la rambla,
cerca de su desembocadura, donde sube dicho manto de agua, empezaron a aparecer
charcas casi permanentes. Este hecho cambió la fisonomía de la desembocadura, creándose
un extenso cañaveral que permitió, incluso, la nidificación de aves acuáticas.

Este proceso se desencadenó justo al lado del camping
Cartagonova (ya cerrado), y muy cerca de una urbanización ilegal, denominada
Bahía Bella, cuyos propietarios, más de 600 familias, llevan desde 1970
luchando para que el Ayuntamiento de Cartagena por fin la legalice. Sin
servicio de alcantarillado imagínense ustedes donde acaban las… Se
sobreentiende. Ilegales, pero el IBI bien que lo pagan, desde hace décadas.

Prosigamos… La escasa profundidad del freático y el aumento
de avenidas por causas no naturales (agricultura, infraestructuras viarias, malas
canalizaciones, alcantarillados defectuosos, etc.,) puso en más de una ocasión
en peligro a los turistas del camping, arrastrando, incluso caravanas, al interior
de la laguna, debiendo ser desalojado. El camping acabó cerrando.

Llegamos a la década de los 80. La Confederación
Hidrográfica del Segura (CHS) decide que, para evitar las inundaciones, la
rambla del Albujón ha de modificar su curso y bordear tanto el camping como la
urbanización Bahía Bella, desviándose hacia el sur.

En la siguiente imagen se pueden observar los tramos finales
de todas las ramblas y ramblizos que acaban en el Mar Menor. Le propongo,
estimado lector, que se pregunte en qué se diferencia la rambla del Albujón de
todas las demás.

Efectivamente… Como habrá observado, la rambla del Albujón
presenta una “Z” próxima ya a su desembocadura. ¿Sabe por qué suelen ser rectas
las ramblas en su tramo final? Porque, cuando viene una riada, el agua arrastra
materiales y busca el camino más recto. Entonces, ¿qué cree usted que ocurre
cuando la rambla serpentea en su tramo final? Pues que, cuando llega a la
curva, el agua, que viene con mucha energía cinética, toma el camino recto y la
rambla se desborda. Le resulta familiar, ¿verdad?

Desde que se hizo la remodelación del tramo final de la
rambla del Albujón, las inundaciones fueron más intensas en Bahía Bella y otras
zonas del sur de Los Alcázares. Una vez el agua escapa de la rambla, si
encuentra una calle (asfalto, impermeable), la transforma en un río, extendiéndose
por toda la zona hasta llegar al Mar Menor; no por un punto, una desembocadura,
sino por todo un frente de calles, desbordando alcantarillados y llevando todo tipo
de residuos y contaminación a nuestra querida laguna.

Les amplio la imagen. Sean ustedes quienes saquen sus
propias conclusiones.

Desde entonces, la CHS, dependiente del Gobierno central de
turno (PP o PSOE) ha presupuestado mejoras para apuntalar los diques y aumentar
la seguridad de la rambla. Muchas de estas actuaciones se han quedado ahí, en
presupuestos; sólo algunas se han llevado a cabo. Sin embargo, es indudable que
el problema de las inundaciones recurrentes en la zona de Los Alcázares no ha
disminuido, sino que, al contrario, ha aumentado de forma muy alarmante.

Dejando a un lado el tema de las riadas, que evidentemente
introduce enormes cantidades de agua dulce y arrastres en el Mar Menor, lo
cierto es que, por la rambla del Albujón, entra, de forma continuada, un caudal
medio aproximado de 100 litros por segundo. Sí, lo han leído ustedes bien: cada
segundo entra en nuestra querida laguna más de seis cubos de agua como los que
tiene en su casa; cada segundo, veinticuatro horas al día, todos los días del
año. Entenderán por qué les digo que ya no existe la rambla del Albujón, sino
el río Albujón.

El contenido del agua que entra en nada se parece al ya existente
en el Mar Menor, ya que presenta una salinidad inferior y está cargada de
nutrientes (principalmente, nitrógeno y fósforo), así como algunas sustancias
tóxicas en pequeña proporción. Las autoridades muestrean esta entrada de agua y,
en teoría, los resultados de los análisis están expuestos en la página “Canal
del Mar Menor”.

El impacto que produce la entrada de toda esta cantidad de
agua en el Mar Menor es sustancial y crítico: baja la salinidad del Mar Menor,
introduce nutrientes que disparan (sobre todo en verano) el crecimiento de
algas unicelulares… Todo ello conduce a un proceso degradativo conocido como
eutrofización, y a la anoxia de los fondos de la laguna.

¿Se puede evitar la continua entrada del agua del nuevo río?
Por supuesto. Hace casi diez años se empezó a dar forma a un proyecto
denominado Plan Vertido Cero, cuyo funcionamiento sería, explicado de
forma resumida, el siguiente: el agua que se extrae del cauce de la rambla del
Albujón mediante bombas y conducciones es enviada a la desaladora del Mojón,
donde se le quita la sal. El agua desalada es conducida para su reutilización
en el riego. Al agua sobrante se le quitan los nitratos y es vertida al Mediterráneo.
El proyecto se presupuesta en unos 620 millones de euros; gobierno central y
autonómico dan luz verde al proyecto, por fin.

Ahora es cuando nuestros políticos entran a solucionar el
urgente problema del Mar Menor. Les muestro algunos hitos del procedimiento
para que entiendan lo que para nuestros políticos significa “urgente”:

Ø 
El procedimiento comienza en julio de 2016 con
la fase de información pública del Estudio de Impacto Ambiental.

Ø 
El plazo de alegaciones se cierra en septiembre
de 2018. ¡Dos años para unas simples alegaciones!

Ø 
25 de marzo de 2021. La CHS adjudica el contrato
de explotación de las estaciones de bombeo de El Albujón, Los Narejos y El
Mojón. Tres años para las primeras adjudicaciones. Parece que la cosa empieza a
funcionar.

Ø 
27 de agosto de 2021. Cinco meses después, la ministra
de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Rivera, dice que el Plan
Vertido Cero
está obsoleto y hay que desecharlo. Así afirma: “No tiene
sentido invertir los más de 300 millones de euros que tenemos hoy ya
identificados presupuestariamente en resolver y restaurar un problema si se
sigue originando y no se atajan las causas que lo producen, porque sería tirar
el dinero”. Cinco años y volvemos a la casilla de salida.

A modo de reflexión final les dejo una pequeña historieta,
saquen sus propias conclusiones.

“- Mire Doctor. Me encuentro fatal, la bronquitis me ha
vuelto y apenas puedo respirar.

– Vale ¿Ha dejado usted de fumar tal y como le dije?

– No, pero es que me asfixio, necesito medicamentos para
poder respirar.

– Ya, pues deje usted de fumar y entonces venga a que yo le
cure la bronquitis.”

La ministra nos dice que si no acabamos con el regadío no
pone dinero.

*Manuel Calero es ecólogo

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