La coreografía de Thierry Malandain, en armonía entre lo clásico y lo contemporáneo, muestra una reina que fue mecenas de artistas, aficionada al canto, intérprete de clavecín y amante del teatro
LA PRENSA PARA MENTES INQUIETAS
La coreografía de Thierry Malandain, en armonía entre lo clásico y lo contemporáneo, muestra una reina que fue mecenas de artistas, aficionada al canto, intérprete de clavecín y amante del teatro